Acotaciones generales:
Bajo esta denominación voy a incluir una larga serie de enfermedades denominadas reumáticas, ya que todas ellas tienen una patología similar e incluso el tratamiento la mayoría de las veces es coincidente.
Las enfermedades que se pueden agrupar bajo la denominación de “reumáticas» serían: artritis infecciosa, fiebre reumática, artritis reumatoide, artrosis, gota y ciertas miositis.
Todas ellas presentan una serie de síntomas muy similares y entre ellos nos encontramos con dolor e hipersensibilidad en las articulaciones, chasquidos de éstas al doblarlas o flexionarlas, ligera fatiga general, algo de fiebre, rigidez después del reposo, quizá edemas en la bolsa sinovial y limitación del movimiento a causa del dolor. También es frecuente que el dolor cambie de articulación y que empeore con la humedad ambiente, lo que daría lugar a que la persona detecte los cambios de clima solamente por el dolor de sus articulaciones.
Las orígenes pueden ser debidas a traumatismos, esfuerzos excesivos y en algunas ocasiones a efectos tóxicos de las bacterias. También se atribuyen a alteraciones inmunológicas.
Los alimentos imprescindibles son todos aquellos que sean ricos en antioxidantes, evitando la formación de radicales libres en las membranas y líquidos que rodean la articulación. Por ello, se comerán en abundancia berros, acelgas, lechugas, pimientos, remolacha, coles, brécol, tomates, fresas, legumbres, miel, limón, manzanas, cacahuetes y pipas de girasol. El zumo de patata crudo es uno de los remedios más solventes que nuestros antepasados nos han legado.
El más significativo es la Niacinamida (vitamina B3) en dosis de 400 mg día, repartidos en dos tomas. Normalmente tarda 21 días en surtir efecto y los beneficios continúan solamente mientras se toma, aunque es muy eficaz. Cuando se ingiere durante tratamientos prolongados (meses), la movilidad articular puede mejorar significativamente, evitando tener que recurrir a la cirugía.
También se puede probar N-acetyl-glucosamina o sulfato de glucosamina, 250 mg dos veces al día.
El cartílago de Tiburón o bovino, son otras ayudas de gran eficacia.
La Vitamina E, 400 mg diariamente y el aceite de semilla de lino, 1-2 cucharas diarias, suelen estar recomendados por otros profesionales.
Si la osteoartritis también tiene un componente inflamatorio, y si se complica con la artritis degenerativa, puede ser útil comer alimentos cultivados a la sombra, como los tomates, patatas, berenjenas y pimientos verdes. Lo mejor es efectuar la recolección de noche, aunque sabemos que ello solamente es factible en el caso de que usted mismo posea un huerto.
La alfalfa y la ortiga, por su poder remineralizante, son muy útiles. También podemos recurrir al ajo y la jalea real. El mejillón de labio verde (Perna canalículos), es otro de los nutrientes de gran efectividad.
La Resonancia Magnética produce igualmente buenos resultados, sobre todo si la enfermedad no es demasiado antigua.
Las hierbas más utilizadas son el Harpagofito y la Onagra, seguidas del Diente de león, bayas de Enebro, Lavanda, Ulmaria, Cayena, Bardana, Zarzaparrilla y Cola de caballo.
Las cataplasmas muy calientes de arcilla y la reflexoterapia son auxiliares terapéuticos muy interesantes en estos casos.
Los baños a más de 38 grados y la supresión de las espinacas y la carne, son otras medidas de mucho interés.
Un papel muy decisivo en la curación total lo juegan los oligoelementos, en especial el selenio, el cobre, el silicio, el flúor, el magnesio y el fósforo.
Colchicum CH3, Kalium chloratum CH6, Silícea CH12, Natrium muriaticum CH6 y Magnesium phosphoricum CH6.