UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

«Que los alimentos sean tu única medicina» (Hipócrates)

Como humanos, nosotros comemos alimentos de la escala más alta en la cadena alimenticia, lo que constituye un error que ocasiona no pocas enfermedades por incompatibilidad. En la medida en que un alimento está más próximo a nuestra escala evolutiva así es de perjudicial, como lo demuestran los trasplantes de órganos humanos, las transfusiones sanguíneas y hasta comer carne de mamíferos. El ser humano debería ingerir preferentemente alimentos muy alejados de esta escala, aunque aquellos que están algo más próximos, como los productos del mar, también son recomendables. Solamente debería evitar aquellos alimentos que procedan de otro ser humano, de los primates y, en tercera instancia, de los mamíferos.

Para comprender esto de la escala evolutiva alimentaria, esta es la relación de organismos vivos que pueden aportar comida para los humanos. En la medida en que un alimento se aproxima más al hombre, menos recomendable es:

  1. Zooplancton (incluidas las algas)
  2. Semillas
  3. Vegetales (incluidas las raíces)
  4. Animales marinos (especialmente de agua salada)
  5. Insectos (especialmente sus productos, como la miel)
  6. Anfibios
  7. Aves (también los huevos)
  8. Mamíferos (y sus derivados como la leche)
  9. Primates
  10. Hombre

Una buena dieta debe aportar los elementos nutritivos que se necesitan en ese momento, además de prevenir enfermedades y curar las establecidas. Tradicionalmente, los nutricionistas han dicho: «Hay que comer una dieta variada, con muchos tipos diferentes de comidas, y así conseguirá los nutrientes que necesita». Esto significa que hay que comer muchas frutas frescas, de la estación, verduras, ensaladas, cereales integrales, legumbres y un poco de pescado y pollo.

Los productos lácteos no son imprescindibles y probablemente den lugar a intolerancias gástricas y alergias.

Los seres humanos no solamente necesitamos los nutrientes obtenidos de nuestra comida para mantener la salud, sino que los alimentos deben cumplir otras funciones esenciales, además de aportarnos los nutrientes que necesitamos diariamente.

Ya sabemos que mediante la comida logramos suministrar a nuestro organismo la mayor parte del agua necesaria, además de una cantidad considerable de fibra no absorbible. Pero esto nos llevaría a la conclusión errónea, bastante generalizada, de que cualquier alimento que proporcione todos estos elementos sirve para mantener nuestro organismo con vida, lo que no es cierto.

Un alimento sufre ciertas transformaciones cuando se le procesa, no solamente industrialmente, sino en los hogares, del mismo modo que se originan no pocos procesos químicos en su interior durante el envasado, conservación y transporte.

Este hecho importante nos lleva ya a diferenciar a un mismo alimento según sea en origen y cómo llegue finalmente hasta nuestros estómagos, puesto que en ocasiones convertimos un alimento saludable en algo sumamente perjudicial.

También es importante insistir en que el ser humano no necesita en absoluto comer alimentos procedentes de otros animales y muy especialmente de los mamíferos. Los productos que nos proporciona la tierra son suficientes para cubrir nuestras necesidades nutritivas y al mismo tiempo darnos un estado de salud óptimo. Si bien es cierto que nada ni nadie nos puede asegurar la salud ni la longevidad, las probabilidades de enfermar y con ello deteriorar nuestra calidad de vida son mucho mayores con la alimentación de mamíferos que con la vegetal. Mientras que la alimentación cárnica genera una larga serie de trastornos y enfermedades ampliamente demostradas, nadie cuestiona lo saludables que son los alimentos vegetales.

Como resumen, y asumiendo el postulado de Hipócrates, un alimento no solamente debe aportarnos los nutrientes que necesitamos, sino que debe ser capaz de restablecer nuestra deteriorada salud mediante su ingestión y, muy especialmente, no hacernos enfermar por su consumo cotidiano. En estos dos aspectos es donde la Medicina Natural gana credibilidad, pues para nosotros un alimento es con frecuencia un medicamento inocuo y eficaz.

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