Composición:
Son ricas en proteínas de alta calidad biológica, pobres en grasas y altas en carbohidratos. Tienen abundancia en minerales como el hierro, fósforo, sodio, así como vitaminas A, tiamina, B2, Niacina y vitamina C.
No es casualidad que la Biblia considerase las lentejas un alimento similar al oro y una prueba de ello fue que Esaú renunció a ser el primogénito por un plato de lentejas.
Se emplea por su alto contenido en hierro biológico, muy asimilable. Además, su gran riqueza en proteínas hace que se forme quelato de hierro y por tanto su biodisponibilidad es muy alta. Se recomienda comerlas al menos dos veces por semana en casos de anemias.