Dietética:
Elaborada a partir de harina de trigo y considerada como un alimento típico de Italia (aunque parece ser que procede en realidad de Grecia y China), lo cierto es que fueron los italianos del siglo XIV quienes la divulgaron por todo el mundo y el Rey Luis XI el monarca que primeramente la popularizó.
Posteriormente, en el siglo XVI, otro factor vino a aumentar el consumo de los platos con pasta italiana y fue el descubrimiento del tomate como elemento imprescindible para darle aún más sabor, obra que debemos atribuir a Pizarro que los importó del Perú.
Como elemento nutritivo es muy superior al pan y debería constituir un alimento básico para niños y jóvenes, así como en toda persona que realice trabajos físicos.
Se elabora normalmente con harina de trigo, gluten, huevo, grasa y algo de agua, aunque ahora podemos encontrar una amplia variedad que sin embargo no logra desplazar a la más básica.
100 gramos de pasta simple proporcionan 350 calorías de rápida asimilación, 12% de proteínas, 1,5% de grasas, 73% de hidratos de carbono y 12% de agua.
Es esencialmente un alimento energético, que no produce engorde mientras no lo mezclemos con otros alimentos, especialmente los grasos, y cuya digestión y metabolización son muy rápidas, por lo que constituyen un aporte calórico de primer orden.
Son muy aptas para estómagos delicados.