En resumen, podemos emplearlo en:
Reumatismos graves, fiebres altas, infecciones severas y de repetición, viriasis, caquesia y envejecimiento intenso.
Cansancio continuado inexplicable, poca capacidad moral y psíquica para la lucha diaria, angustia, insomnio y pesadillas.
Deformaciones de columna con cifosis y escoliosis, anginas de repetición e hipertrofiadas, bajas defensas orgánicas, mala memoria, indecisión, falta de estímulo vital y depresión.
Responden al zinc-níquel-cobalto.