Miel

He aquí las aplicaciones más reconocidas y populares:

Para úlceras rebeldes de piel, aplicándola en una mezcla a partes iguales de miel y harina de avena con algo de agua y dejándolo cocer lentamente durante media hora.

En las quemaduras se pone una compresa de miel con aceite de Hipericón o de oliva.

En las heridas, poner miel pura sobre la lesión y vendar a continuación. La cicatrización será muy rápida, no se infectará y el dolor desaparecerá rápidamente.

Tiene una acción benéfica en las enfermedades cardíacas por la acción energética de los azúcares y también estabiliza las arritmias. También favorece el riego sanguíneo al nivel de las coronarias ya que una vez que el hígado transforma la glucosa en UDPG este enlace fosfórico actúa como un eficaz energético.

Además de la acción de las inhibinas, que por sí sola ya sería interesante en la mejora de las infecciones, la miel posee propiedades como expectorante, esto es, que facilita la expulsión de la mucosidad. En afecciones de boca mezclaremos dos partes de miel con tres de vinagre (o limón) si queremos realizar gargarismos y para úlceras aftosas la mezclaremos con una pizca de Própolis.

En aquellos niños a los que a causa de la dentición les duelen las encías, les supondrá un alivio importante f rotarlas con una mezcla de miel y Própolis, ligeramente rebajado con agua tibia.

También es útil para el estreñimiento leve y para ello se toma en ayunas disuelta en un poco de agua tibia.

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