Neurotransmisores.
Sistema inmunitario
Grasas de vegetales.
Grasa de coco y cacao.
Aceite vegetal de olivo girasol y soja.
Las grasas y los ácidos grasos son precursores de hormonas importantes, y decisivos para los neurotransmisores y el sistema inmunitario. Forman parte del sistema nervioso y por ello deben ser ingeridos cotidianamente mediante la dieta. Sin embargo, no todas las grasas son necesarias y aquellas que proceden de las margarinas o la carne, no son saludables. Ya sabemos que comiendo grasas saturadas, procedentes principalmente de los mamíferos, tendremos pronto enfermedades graves y crónicas, y para mitigar este efecto perjudicial se hace necesario ingerir también las grasas saludables. Las verduras, ya lo sabemos, no contienen grasas perjudiciales.
Las peores grasas, sin embargo, no se encuentran en la carne del cerdo, sino en la margarina, pues se ha demostrado que la mayoría contienen ácidos grasos “trans”, una estructura alterada mediante el proceso de hacerla sólida como la mantequilla. Este compuesto se considera como muy tóxico para las arterias y el sistema inmune, incluso más perjudicial que las grasas animales.
Los nutricionistas convencionales, aquellos que han dejado de estudiar hace años, siempre han relacionado la ingestión de grasas con la arteriesclerosis, y por eso recomiendan bajar el consumo de alimentos grasos sin establecer diferencias.
Aunque la mayoría de los vegetales están libres de culpa, este tipo de grasa perjudicial también se encuentra en el coco, cacao
y aguacate, pero si preguntamos a un nativo de los países tropicales en los cuales se consumen diariamente nos dirá que ellos no padecen estas enfermedades. La conclusión es que aunque estos vegetales contengan grasas saturadas el resto de sus componentes anulan este daño y proporcionan, finalmente, un buen alimento.
Así como hay aminoácidos y vitaminas esenciales que no pueden ser sintetizadas por nuestro organismo, hay también ácidos grasos esenciales que el cuerpo no puede producir. Esta es la razón por lo cual se les denomina como esenciales, puesto que todos son igualmente necesarios, pero unos debemos aportarlos con la alimentación – los esenciales – y otros los podremos sintetizar.
En la actualidad, hay quien considera que la carencia de estos ácidos grasos esenciales produce más enfermedades que la carencia de vitaminas o minerales. Para disponer siempre de una reserva adecuada de estas grasas tan importantes bastará con consumir diariamente algo de aceite vegetal (oliva, girasol o soja) en crudo, aunque también podemos tomar complementos dietéticos que contengan semillas de Lino, Germen de trigo, así como frutos secos ricos en grasas.