Cálculos biliares son residuos que se acumulan en la vesícula biliar o en los conductos biliares.
Enfermedad mucho más frecuente en la mujer que en el hombre y aún más en presencia de obesidad o embarazo. Se calcula que al menos, un 20% de las personas mayores de 65 años padecen cálculos biliares.
Aunque se piensa que los cálculos se forman a partir del estancamiento en los conductos biliares o por el aumento del colesterol, lo cierto es que con un régimen vegetariano casi nunca se padecen e incluso se pueden eliminar los ya formados. Todos los cálculos se forman dentro de la vesícula biliar, por estasis, o bien en los conductos biliares.
La causa sería, pues, el exceso de consumo de grasas animales, la poca ingestión de grasas insaturadas vegetales, el poco ejercicio físico y las hormonas estrógenas propias de la mujer.
El régimen alimentario comprende tomar alimentos especialmente útiles como son el tomate, berenjenas, las alcachofas, fresas, peras, zanahorias, naranjas, ciruelas e higos secos. De cualquier manera, el aceite de oliva con zumo de limón sigue siendo el mejor tratamiento para expulsar los cálculos. Una cucharadita, de esta mezcla, todos los días en ayunas proporciona buenos resultados en pocos días.
Por el día se tomarán infusiones de Diente de león, Cardo mariano y Romero. La Zaragatona y el Harpagofito también son buenos auxiliares del tratamiento. En caso de Colecistitis (vesícula biliar fibrosa), se tomarán con preferencia la Gayuba y el Diente de león.
Aquellas personas que carecen de vesícula suelen ver aliviados sus síntomas con el Ajenjo, pero han de utilizarlo en dosis pequeñas.
Alfalfa y lecitina.
Chelidonium CH2, Natrium sulf uricum CH6, Atropinum sulf uricum CH4.
Dosis continuadas de magnesio y la mezcla zinc-níquel-cobalto.
El agua arcillosa es buena para quitar rápidamente las molestias gástricas.
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