ESTREÑIMIENTO

Imposibilidad de eliminar las heces de modo fácil y frecuentemente.

Comentarios generales:

Aunque el organismo dispone de muchas formas de evacuar o eliminar todo aquello que no le es necesario y mucho más lo que le perjudica, (vías respiratorias, sudor, orina, linfa o lágrimas), la eliminación por vía rectal es casi siempre la más conflictiva.

Causas:

Las causas suelen ser básicamente tres: beber poco agua, no tomar alimentos ricos en fibra y no acudir al servicio al menos una vez al día. También, y muy importante, es la forma de sentarse en los inodoros habituales, con un diseño tan perjudicial que posiblemente sean la causa principal en el estreñimiento crónico.

El estreñimiento se comienza a generar en la niñez, ya que el niño siempre está demasiado ocupado jugando como para ir al servicio. Se aguanta una y otra vez, hasta que comienza así un círculo vicioso: las heces pierden volumen y líquido, el esfínter se hace poco sensible a la presión y las ganas de evacuar desaparecen. Esta actitud suele perpetuarse con el paso de los años y por ello el enfermo suele padecer su estreñimiento durante toda la vida.

Dieta:

Entre los alimentos útiles para corregir el estreñimiento tenemos las ciruelas secas puestas en remojo la noche anterior, los copos de avena cocidos, las alcachofas, las peras, las uvas y los higos secos. También son útiles los ajos, almendras, naranjas (en ayunas), cebollas, puerros, manzanas, semillas de lino, el melocotón y los cacahuetes.

Se prohibirán el chocolate, el té y el café, así como el exceso de carne, dando preferencia a una alimentación de tipo vegetal rica en fibra. Es igualmente importante beber mucha agua durante el día y especialmente con las comidas, pues así los alimentos estarán correctamente hidratados y pasarán sin problemas por todo el sistema digestivo.

Hierbas:

Hierbas correctoras o preventivas son la Malva, Fumaria, Fresno común, Diente de león, Violeta, Ajenjo, Albahaca, Alholva, Escaramujo, Serpol, Bardana, Menta y Salvia.

Para casos rebeldes se utilizarán con preferencia la Cáscara sagrada y la Frángula, ambas con una buena eficacia y apenas efectos secundarios. Se tomarán por la noche y si es necesario, una nueva dosis al levantarse.

Las populares hojas de Sen (Cassia angustifolia), son irritantes mecánicas del intestino y, por tanto, muy perjudiciales en tratamientos prolongados, ya que dejan inactivo al intestino, lo paralizan, y la atrofia consecuente suele degenerar en cáncer con mucha frecuencia. Están, por tanto, totalmente desaconsejadas y solamente se deberán tomar en emergencias, cuando la obstrucción sea considerable.

No obstante, ningún laxante, por suave que sea, se deberá tomar más de siete días seguidos.

Nutrientes:

El magnesio es el mejor mineral para mejorar el estreñimiento, aunque suele tardar cuatro o cinco días en hacer efecto.

También son útiles el polen, la levadura de cerveza y el aceite de oliva crudo.

Complementos:

El salvado, así como el yogurt, pueden incluirse en la dieta diaria, pero solamente son eficaces en estreñimientos leves o a largo plazo. De cualquier manera, hay que tener en cuenta que el salvado, al acelerar el tránsito intestinal, también provoca la evacuación de nutrientes importantes. El salvado es útil en su estado natural, con los alimentos, pero cuando lo tomamos aislado no siempre estamos haciendo un bien a nuestra salud.

Quitarlo de los alimentos para después recomendar tomarlo por separado es algo difícil de entender.

Homeopatía:

Sulfur CH6, Bryonia CH3, Nux vómica CH4, Graphites CH3, Magnesium muriaticum CH4, Lycopodium CH6, Natrium muriaticum CH3.

Otros:

De inmejorables resultados son los baños de asiento calientes, así como la reflexoterapia, siendo las medidas de elección en niños pequeños o personas debilitadas. No hay que olvidar beber mucha agua durante las comidas.

Es muy importante sentarse adecuadamente para realizar las deposiciones diarias. En este sentido, la ancestral letrina turca, un agujero practicado en el suelo, es el sistema ideal, aunque no el más cómodo. El cuerpo debe adoptar una posición en ángulo agudo para que el intestino quede en una posición favorable y los músculos del recto puedan efectuar la presión adecuada.

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