Los vegetales hay que cocerlos casi siempre con poca agua pero la suficiente para evitar que se quemen o se peguen a la cazuela, al mismo tiempo que se debe disponer de una tapadera que impida pasar los aromas y el vapor.
Las hortalizas se ponen con el agua hirviendo para reducir la pérdida de las vitaminas, aunque esto no puede evitar que se pierdan la mayoría de las vitaminas C y B. Si disponemos de olla a presión es mejor cocerlas así ya que la pérdida es menor, al mismo tiempo que conservamos el sabor y no se deteriora el aspecto.
Para cocerlas sin agua, en su propio jugo, o bien se ponen en ollas especiales que no permiten la salida del vapor o se hace a fuego muy lento. El método de cocer al vapor es quizá uno de los mejores ya que el agua no está nunca en contacto con los alimentos y apenas hay pérdidas de nutrientes. Para ello se ponen las verduras en un cestillo perforado que no toque el agua.
Otros métodos de preparar los alimentos vegetales incluyen el aceite, el cual puede ser en gran cantidad, como cuando freímos patatas, o con muy poca cantidad de aceite para rehogarlas simplemente. Otro sistema mixto consiste en rehogar las verduras en muy poco aceite a altas temperaturas, reducir la temperatura y añadir agua para que terminen cociéndose.
En la actualidad se está imponiendo de manera decisiva el cocinado con microondas ya que es más limpio (genera pocos humos), bastante rápido y hay muy poca pérdida de nutrientes.
No obstante, los alimentos se suelen cocer bastante en su propio jugo y el sabor no siempre gusta.
Para remediarlo se incluye un grill que produce un dorado externo, con lo que el sabor y el aspecto es bastante aceptable.