Composición:
Aceite esencial con disulfuro de alilo, alina, alisina, vitaminas A, C y nicotinamida.
También hierro, fósforo, calcio, proteínas y carbohidratos.
Sus propiedades terapéuticas son muchas y muy importantes, y abarcan desde la arteriesclerosis, los zumbidos de oído, la hipertensión y la expulsión de parásitos intestinales. Tiene un potente efecto antibiótico, es sudorífico, energético y en la antigüedad se empleaba con éxito para tratar las mordeduras de serpientes, de escorpiones y de los mosquitos.
Se le han encontrado efectos curativos además en las fiebres tifoideas, asma, bronquitis y diabetes.
Para que sea eficaz hay que ingerirlo crudo, aunque si el efecto sobre el aliento es muy intenso se puede atenuar con algo de perejil. De todas maneras, en el comercio existen cápsulas de ajo pulverizado o solamente a base del aceite, las cuales se absorben en el intestino y apenas se nota en el aliento.
Localmente se emplea para curar la piorrea, fortalecer las encías y los dientes, aunque para ello es obligado masticarlo o, en su defecto, comer tostadas de pan con ajo, tomate, aceite y perejil.
Se le han reconocido también importantes efectos antirreumáticos, aunque hay que tomarlo bastante tiempo ya que su utilidad es como curativo, no como antiinflamatorio. Actúa también como un eficaz fluidificante de la sangre, lo que es de gran utilidad cuando existe riesgo de trombosis o arteriesclerosis