Sin la presencia del Coenzima Q no habría vida celular y la transmisión de energía se apagaría.
El cuerpo humano necesita energía por encima de cualquier otra cuestión y el Q10 es uno de los eslabones imprescindibles para producirla. Los especialistas en medicina natural han conseguido demostrar que el Coenzima Q es un energético muscular y que puede mejorar el sistema inmunológico, potenciar el corazón y normalizar las constantes sanguíneas.
Se trata, pues, de un enlace importante en la última fase de la reacción química en la cual el cuerpo extrae energía de la comida. Aunque el cuerpo fabrica su Q10, no lo hace en cantidades suficientes, sobre todo en enfermos crónicos o personas agotadas. Las investigaciones médicas realizadas principalmente en Japón y Europa parecen avalar su importancia en el tratamiento de varias enfermedades, incluso enfermedades del corazón, cáncer, y alteraciones degenerativas en las encías. La dosis de mantenimiento mínima es 30 – 40 mg por día, aunque una verdadera dosis terapéutica es 150 a 300 mg por día. No se le han encontrado efectos colaterales.