ROJO:
Símbolo de calor, fuego y enojo, que estimula la circulación sanguínea. Se emplea para mejorar parálisis y dolencias que provengan de la sangre.
NARANJA:
Símbolo de prosperidad y, a veces, de orgullo. Aumenta la frecuencia del pulso, estimula la producción de leche en el pecho después del nacimiento del bebé, limpia los riñones de piedras y reduce las hernias.
AMARILLO:
Asociado con la alegría y la felicidad, y también con el intelecto. Este color mantiene la energía del sistema linfático y es usado para tratar la diabetes, indigestiones, dolencias renales y del hígado, estreñimiento y las infecciones de la garganta.
VERDE:
Normalmente relacionado con el color de la esmeralda, este color se usa para tratar alteraciones nerviosas, fiebre del heno, úlceras, gripe, sífilis, malaria y resfriados. Los terapeutas consideran el verde como el color de la armonía.
AZUL:
Un color fresco, asociado en algunos sistemas místicos con el Chakra de la garganta. Alivia el dolor, reduce las hemorragias, cura las quemaduras y la disentería, así como los cólicos, y el reúma.
AÑIL:
Un color purificador asociado con la glándula pituitaria y la energía centrada en la frente. Se usa para curar cataratas, migrañas, sordera y problemas de la piel. Ejerce un efecto relajante en los ojos, las orejas y el sistema nervioso.
VIOLETA:
Asociado con el poder psíquico y espiritual, se aplica para el tratamiento de perturbaciones nerviosas y emocionales, artritis y aliviar a los recién nacidos. Con el verde y el amarillo mezclados pueden usarse para tratar el cáncer superficial e incipiente.
FLORES DE BACH
Los Remedios Florales son un sistema de terapia natural desarrollado por el Dr. Edward Bach en los años treinta. Se emplean pequeñas cantidades de ingredientes activos, similares a los remedios homeopáticos, aunque su método de preparación y la filosofía que hay detrás de ellos son, sin embargo, bastante diferente. Se usan las Flores de Bach según el estado emocional y la personalidad, mientras que la Homeopatía trata los síntomas